Ingredientes:
500 g de harina de trigo
10 g de sal
10 g de azúcar
25 g de levadura fresca o 10 g de levadura seca
200 ml de agua tibia
100 g de grasa de cerdo (puedes usar manteca)
Opcional: hierbas frescas (romero, tomillo) para darle un toque aromático
Instrucciones:
Preparar la levadura: Disuelve la levadura en el agua tibia junto con el azúcar. Deja reposar durante unos 10 minutos hasta que la mezcla esté espumosa.
Mezclar los ingredientes secos: En un bol grande, mezcla la harina y la sal.
Agregar la grasa: Incorpora la grasa a la mezcla de harina, deshaciéndola con las manos hasta obtener una textura arenosa.
Agregar la levadura: Añade la mezcla de levadura y agua al bol con la harina y la grasa. Mezcla todo bien hasta formar una masa.
Amasado: Amasa la masa en una superficie enharinada durante unos 10 minutos, hasta que esté suave y elástica. Si la masa está muy seca, puedes añadir un poco más de agua, o si está demasiado pegajosa, un poco más de harina.
Primer levado: Coloca la masa en un bol engrasado, cúbrelo con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
Formar los panes: Después del primer levado, divide la masa en porciones (puedes hacer un pan grande o varios más pequeños) y dales forma redonda. Colócalos en una bandeja de horno ligeramente engrasada.
Segundo levado: Cubre nuevamente con un paño húmedo y deja reposar por 30 minutos.
Horneado: Precalienta el horno a 200°C (392°F). Haz unos cortes en la superficie de los panes y hornéalos durante 25-30 minutos, o hasta que estén dorados y suenen huecos al golpearlos por la base.
Enfriar: Deja enfriar los panes sobre una rejilla antes de cortarlos