Ingredientes:
Para el bizcocho:
6 huevos
200 g de azúcar
150 g de harina de trigo
50 g de cacao en polvo
1 cucharadita de polvo de hornear
1 pizca de sal
100 g de mantequilla derretida
1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el relleno y decoración:
500 ml de nata para montar (crema de leche)
100 g de azúcar glass
1 cucharadita de extracto de vainilla
300 g de cerezas en almíbar (puedes usar cerezas frescas si lo prefieres)
100 ml de licor de cerezas (Kirsch)
100 g de chocolate negro rallado
Instrucciones:
Preparación del bizcocho:
Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde redondo de unos 22 cm de diámetro.
Separa las claras de las yemas. En un bol, bate las claras con una pizca de sal hasta que estén a punto de nieve.
En otro bol, bate las yemas con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa y pálida. Añade la mantequilla derretida y el extracto de vainilla.
Tamiza la harina, el cacao y el polvo de hornear e incorpóralos a la mezcla de yemas. Añade las claras batidas de forma envolvente para no perder el aire.
Vierte la mezcla en el molde y hornea durante unos 30-35 minutos, o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio.
Deja enfriar el bizcocho en una rejilla. Una vez frío, córtalo en tres capas horizontales.
Preparación del relleno:
Monta la nata con el azúcar glass y el extracto de vainilla hasta que esté firme.
Reserva algunas cerezas para decorar y corta el resto por la mitad.
Humedece cada capa de bizcocho con el licor de cerezas.
Montaje:
Coloca la primera capa de bizcocho en un plato de servir.
Extiende una capa de nata montada y coloca algunas cerezas.
Repite el proceso con la segunda capa de bizcocho.
Coloca la tercera capa de bizcocho y cubre toda la tarta con nata montada.
Decora la tarta con las cerezas reservadas y el chocolate rallado.
Refrigeración:
Deja la tarta en el refrigerador durante al menos 2 horas antes de servirla para que se asienten bien los sabores.