Instrucciones:
Preparar las fresas:
Lava las fresas, quítales las hojas y córtalas en trozos.
Coloca las fresas en un tazón y añade 1/2 taza de azúcar y el jugo de limón. Revuelve bien y deja reposar durante 30 minutos para que suelten su jugo.
Hacer el puré de fresa:
Después de 30 minutos, tritura las fresas con una licuadora o procesador de alimentos hasta que queden hechas puré. Si prefieres un helado sin semillas, puedes colar la mezcla para eliminar las semillas.
Mezclar los ingredientes líquidos:
En un tazón grande, mezcla la crema de leche, la leche entera, el resto del azúcar (1/2 taza), la vainilla y la pizca de sal.
Incorpora el puré de fresas a la mezcla y revuelve bien hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
Congelar el helado:
Si tienes una máquina de helados, vierte la mezcla en la máquina y sigue las instrucciones del fabricante.
Si no tienes una máquina, coloca la mezcla en un recipiente hermético y mételo al congelador. Revuelve cada 30 minutos durante las primeras 3-4 horas para evitar que se formen cristales de hielo y obtener una textura más cremosa.
Servir:
Deja que el helado repose unos minutos fuera del congelador antes de servir para que esté más suave y cremoso.
Puedes decorar con fresas frescas, trozos de chocolate o un chorrito de jarabe de fresa.