Paso 2: Prepara el relleno
- En un bol grande, mezcla la leche condensada y la leche evaporada hasta que estén bien integradas.
- Añade el jugo de limón poco a poco mientras sigues batiendo. Verás que la mezcla comenzará a espesar.
- Si lo deseas, agrega la ralladura de limón y la esencia de vainilla para darle más sabor.
Paso 3: Monta el pastel
- Vierte la mezcla de limón sobre la base de galleta y alisa la superficie con una espátula.
- Cubre el molde con film plástico y refrigera el pastel durante al menos 3-4 horas, o hasta que el relleno esté firme. Para mejores resultados, deja reposar toda la noche.
Paso 4: Decora y sirve
- Antes de servir, decora el pastel con rodajas de limón, ralladura de limón o un poco de crema batida si lo prefieres.
- Desmolda el pastel con cuidado y sirve frío.
Variaciones:
- Sabor a fruta: Puedes cambiar el jugo de limón por jugo de lima, naranja, o incluso maracuyá.
- Base de chocolate: Sustituye las galletas María por galletas de chocolate para un toque más dulce.
- Toque extra cremoso: Añade una capa de crema batida o merengue por encima antes de refrigerar para una textura aún más suave.
Este pastel sin hornear es ligero, refrescante, y con un toque ácido gracias al limón. ¡Es perfecto para el verano o cualquier momento en que quieras un postre rápido y sin complicaciones!
¿Te gustaría probar alguna variación o tienes algún otro sabor en mente?